Cirugía genital en personas trans*

Cirugía genital en personas trans*

Como ya empieza a ser costumbre en este apartado LGTBI, os traigo un concepto que igual no conocéis o, al menos, no por este nombre. ¿Os acordáis de haber escuchado eso de “cambio de sexo” o “reasignación de género”? Pues es lo mismo, pero mejor.

Se refiere a las intervenciones quirúrgicas que se realizan las personas para modificar sus características físicas genitales. Expresiones como «reasignación sexual» o «cirugía de cambio de sexo», en referencia a las cirugías genitales en personas trans* no son acertadas por no corresponder con la realidad del proceso y contribuir a la desinformación. No todas las personas trans* necesitan o desean someterse a este tipo de cirugías.

Tú puedes cambiar tu sexo o género asignado al nacer en el Registro, aunque eso no significa necesariamente haber pasado por un quirófano sino por otro tipo de procedimientos que, a día de hoy, se requieren para ello (informe médico de disforia de género, pasar por un proceso de hormonación y la supervisión de un equipo médico).

La cirugía genital se ha duplicado en los últimos cinco años en España y, aunque no es sencillo, hay muchos avances que han facilitado el proceso y ofrecen más garantías de éxito.

¿Qué es la transexualidad?

Pues, eso ya deberíamos saberlo en este blog, pero para quien aún no lo sepa os diremos que es una persona que no está conforme con su género asignado al nacer, es decir, hombre o mujer (porque en España no se reconocen más géneros).

Por ende, existen dos tipos:

– Transexualidad femenina: persona a la que se le ha asignado el sexo masculino al nacer, pero percibe su identidad de género como femenina.

– Transexualidad masculina: persona se le asignó el sexo femenino al nacer, pero percibe su identidad de género como masculina.

¿Qué es la cirugía genital?

En realidad, se trata de un conjunto de cirugías orientadas a cambiar el sexo de nacimiento de una persona por el sexo que corresponde con su identidad de género.

VER: Maternidades subversivas

Cirugía en la mujer trans*

La cirugía principal en este caso es la genitoplastia feminizante o vaginoplastia, cuya finalidad es crear una vagina tanto con finalidad funcional como estética.

“Consiste en extirpar los testículos (orquiectomía) y el pene (penectomía), crear una vagina con tejido peniano o del colon (vaginoplastia), crear una vulva (vulvoplastia), crear un clítoris (clitoroplastia) y crear labios genitales (labioplastia).

Existen dos tipos:

  • Vaginoplastia por inversión peneana: se invierte la piel del pene y el escroto para crear una vagina.
  • Vaginoplastia con colgajo rectosigmoidal pediculado: se utiliza la parte final del intestino grueso para crear la vagina.

El cirujano decidirá cuál es la más pertinente, dependiendo de las condiciones de cada paciente.

 

Cirugías adicionales

Cirugía de las mamas: se realiza mediante implantes de prótesis mamarias o del trasplante de grasa de otras partes del cuerpo a los senos (lipofilling).

Otros procedimientos estéticos: feminización facial, reducción del cartílago tiroideo, implantes de glúteos y eliminación del vello.

Posibles complicaciones:

  • Infecciones, hematomas, seromas o apertura de las heridas.
  • Necrosis parcial o completa de la vagina y los labios.
  • Aparición de fístulas recto-vaginales.
  • Estenosis de uretra.
  • Creación de vaginas de longitud insuficiente para las relaciones sexuales.

VER: La maternidad con perspectiva de género

VER: Lactancia inducida en parejas LGTBI

Cirugía en el hombre trans*

La cirugía principal en estos pacientes está enfocada en crear un pene, funcional y estético. Es decir, debe posibilitar la erección, la sensibilidad táctil erógena y la micción a través de la neouretra.

Existen dos tipos:

  • Metaidoioplastia: tras un tratamiento hormonal para conseguir la hipertrofia del clítoris, este órgano es intervenido para crear un pene. El inconveniente de esta cirugía es que, aunque se consigue una funcionalidad casi total del pene, el órgano creado es pequeño y no totalmente apto para la penetración sexual.
  • Faloplastia: se construye el pene a partir de injertos obtenidos de otras partes del cuerpo, como puede ser el antebrazo, el muslo o el abdomen. A diferencia de la metaidoioplastia, en este caso sí se consigue un pene de dimensiones anatómicas, que es apto para la penetración sexual.

Además, se lleva a cabo la extirpación del útero (histerectomía) y de la vagina (vaginectomía). Se reconstruye la uretra y se coloca una prótesis testicular.

 

Cirugías adicionales

Cirugía de las mamas: se realiza una mastectomía o extirpación de estos órganos.

Otros procedimientos estéticos: liposucción, lipofilling, implantes pectorales.

Posibles complicaciones:

  • Infecciones, hematomas, seromas, apertura de las heridas.
  • Necrosis del neopene o del complejo areola-pezón y/o pérdida de sensibilidad.
  • Cicatrices poco estéticas.
  • Estenosis y fístulas urinarias.

En definitiva, el proceso es complejo y la decisión de recurrir a una cirugía debe de ir acompañada del asesoramiento de profesionales de otras disciplinas, como pueden ser la psicología, endocrinología, ginecología, urología o medicina interna.

Y, como siempre, ya sabéis. Si tenéis dudas sobre vuestro embarazo, parto, lactancia o cualquier tema relativo a vuestro bebé, podéis reservar una cita con nuestro equipo de matronas.

Pincha AQUÍ y elige la hora que mejor te venga.

 

Vía Quiron Salud (Dr. Juan Carlos Meneu)

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