La mastitis es una inflamación del pecho que puede ocurrir en algunos casos por la lactancia natural. Suele ir acompañada de dolor. Puede darse con o sin grietas, y también puede haber o no infección en su desarrollo.
¿Cómo sé si tengo una mastitis, o es sólo hinchazón?
La hinchazón del pecho también se llama ingurgitación. Suele ocurrir en los primeros días postparto, con la subida de la leche. En este caso, estarán normalmente hinchados ambos pechos por un edema (retención de líquidos) excesiva.
Normalmente las mastitis son unilaterales (afectan sólo a un pecho), al contrario que la ingurgitación, donde se suelen inflamar ambos pechos. En el caso de las mastitis, éstas suelen aparecer más tarde, no tan precoces como las ingurgitaciones, pero normalmente en las primeras 6 semanas después del parto.
¿Cuál puede ser la causa de mastitis?
Hay varias investigaciones al respecto pero todavía su motivo claro no está demostrado. Cada vez se da más importancia a la flora bacteriana natural del organismo. En el caso del embarazado, tiene mucha importancia la flora que le transmites al bebé, sobre todo en el momento del parto y en los contactos piel con piel. Esta flora es positiva para el recién nacido porque le ayudará a colonizar su intestino y a crear su propia microbiota.
Cuando ocurre una mastitis se cree que ha habido un desequilibrio en la microbiota de la leche, produciéndose una disbiosis bacteriana.
El uso de antibióticos durante el embarazo o en el parto, puede general también un desequilibrio en la flora, haciendo que proliferen unas bacterias antes que otras, y, por tanto, dar como consecuencia una mastitis postparto.
Se puede producir una mastitis a partir de una ingurgitación del pecho que no se haya resuelto bien, o a través de otros problemas de lactancia como una grieta, que actúa como vía de entrada de los microorganismos.
Por eso es muy importante prevenir estos problemas de lactancia mediante una posición correcta, y un buen agarre del bebé al pecho. Este buen agarre desde el principio ayuda a prevenir la mayoría de los problemas de la lactancia, en cambio un mal agarre puede ser sinónimo de grietas, ingurgitaciones por mal vaciado del pecho, y en consecuencia mastitis.
¿Qué signos y síntomas aparecen en la mastitis?
Las mastitis se pueden diferenciar en tres tipos, dependiendo de la clínica que produzcan.
En cuanto al microorganismo causante, puede tratarse de Estafilococos (como el aureus, bastante patógeno), u otros como Estafilococo Epidermidis.
Hay tres tipos de mastitis: la clínica (aguda y subaguda) y la mastitis subclínica. En esta tabla enseñamos las principales diferencias entre ellas a la hora de los síntomas de producen.
¿Qué podemos hacer en caso de mastitis?
Normalmente puede resolverse sola en 24-48h corrigiendo técnicas de lactancia. En caso de una mastitis resistente o recurrente la matrona o matrón, o la ginecóloga/o puede solicitar un cultivo de leche para determinar qué microorganismo es, aunque en la mayoría de los casos no es necesario.
La principal solución es un buen agarre y succión del pecho y, por ende, que el pecho se vacíe de forma correcta. Por ello, lo primero es acudir a un profesional que revise la técnica de lactancia y se consiga un correcto drenaje del pecho.
Para ello podemos ayudar al bebé haciendo un poco de compresión con las mamas, y si es necesario, porque el bebé no extrae suficiente leche, se puede ayudar a la extracción de la leche a través de extracciones complementarias a las tomas.
- Si existen grietas se deben lavar con agua y jabón y dejarlas al aire el mayor tiempo posible.
- Se pueden emplear pezoneras, si es necesario, para favorecer las tomas en caso de que haya dolor al dar el pecho.
- Cambios de posición de lactancia, entre ellos puede ayudar la posición en la que se está apoyada de rodillas y manos (como a cuatro patas) y su bebé abajo, ya que por gravedad se puede facilitar el vaciado.
- El frío local entre las tomas, como con hojas de col (se adaptan bien al pecho) puede ayudar a disminuir el dolor y la inflamación.
- Se pueden emplear aceites naturales como aceite de oliva en el pecho para prevenir la sequedad y suavizar, además contiene antiinflamatorios.
- Los probióticos pueden resultar de ayuda para regenerar el equilibrio de la flora, como los lactobacillus.
- Una buena alimentación e hidratación previene las disbiosis.
Normalmente, teniendo en cuenta estas medidas, la matrona valorará si mejora la mastitis en unas 48 horas tras el inicio. En caso de que no mejore, es recomendable derivar a la ginecóloga y en este caso se debe pautar tratamiento antibiótico, probióticos y si es necesario por el dolor, antiinflamatorios.
En caso de que no se solucione el cuadro aún así, puede que tu doctora o matrona te soliciten un cultivo de leche materna para determinar mejor el microbio que causa la infección.
En ningún caso se tiene que abandonar la lactancia, además la mayoría de medicamentos son compatibles con la lactancia (se puede consultar cualquier medicamento en www.e-lactancia.org para ver su compatibilidad). El bebé debe seguir tomando el pecho para ayudar a la resolución de la mastitis.
Si tienes alguna duda, o quieres compartir tu experiencia, no dudes en ponerte en contacto con Mi Matrona Online.
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